Si las cosas siguen su orden
un día abriré la casa de mis padres y mis padres ya no estarán.
Me da pánico pensar más allá de eso:
el vértigo de mis sentimientos no se atreve acercarse al bordillo de la caída libre
que supone el seguir viviendo,
el seguir vivo
sin la sonata de espuma que es la voz de mi madre
diciéndome “tranquilo, escandar, tranquilo…”
Si las cosas siguen su orden
un día cerraré una caverna vacía con mi sombra dentro.
Y del eco saldrá un réquiem
Y el tiempo ya no será más un reloj
y el horror a caduco se filtrará por las paredes.
Yo, a los miedos, los combato con desorden.
Pero cada noche
sigo rezando
por la inmortalidad de las madres.
ESCANDAR
1 comentari:
¡AMIGA MÌA!, imposible superar ese final..sigo rezando por la inmortalidad de las madres...eres grandiosa, de veras, como mamà, como abuela, si te digo que tengo làgrimas en mis ojos, puedes creerme.
Recibe un abrazo
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